miércoles, 14 de enero de 2009

entrevista a alejandro gandarillas

ALEJANDRO GANDARILLAS (Cerocatorce).

CAJAS DE COLORES, 2005.

Alejandro Gandarillas es parte de un colectivo formado en la Universidad Mayor autodenominado 56.02 hnos y que han desarrollado un trabajo en los bordes de la arquitectura destacando su participación en concursos y a través de intervenciones urbanas de pequeña escala.

A primera vista lo que más destaca de su trabajo es su cercanía con la pintura y las posibilidades que esta le brinda para acercarse a la arquitectura. En conversación con él, señalo que la pintura es un punto de partida, que le permitía cambiar a muy bajo costo y con gran eficacia la percepción de un espacio “imagínate que tienes un dormitorio y no tienes muebles, ni tampoco los medios para tenerlos, entonces los puedes dibujar en la muralla y de ese modo estarían ya participarían del espacio”.

Es bajo este concepto de trabajo que ha realizado intervenciones en espacios, como el caso de su trabajo colaborativo con Sienestudio para la expocision Stgo. Diseño. Todos los equipos participantes debían utilizar un espacio y realizar un proyecto de diseño e interiorismo, los diseñadores crearon un mueble modular transformable en forma de S (su isotipo corporativo), designado a cada lado de la S funciones diferentes: a un lado eran baño y cocina, dejando al otro lado el dormitorio.

En ausencia de muebles, por falta presupuesto, cada lado tomo un color y se pintaron en las murallas los muebles emulando una perspectiva, produciéndose de ese modo una interacción que activa el espacio entre la imagen y el mueble transformable que permite comprender y percibir el espacio a partir de estos signos pintados.

Junto con esa iniciativa, desarrolla para la empresa metro la pintura de un mural en la salida a superficie de la línea 4 del metro en estación Vicente Valdez. Parte de la pintura la hace en talleres para niños que también son invitados a realizar. La principal particularidad del mural está en su fondo pintado a manchas tratando de no dejar vacíos porque como señala Alejandro “en la florida lo que pintes, te lo rayan”

CAJAS DE COLORES.

Las cajas de colores son un proyecto emprendido por Alejandro que consiste en pintar las cajas de distribución de las líneas telefónicas instaladas en las veredas y que pasan a ser con el tiempo un “anti mobiliario urbano” por su escaso aporte a la ciudad, terminando por confundirse en el gris general de la ciudad.

… Cuadra a cuadra me encuentro con ellas… grises tratan de pasar desapercibidas en esta gris ciudad pero siempre están ahí acompañando mi camino… algunas están limpias otras sucias, algunas se han vestido de cartel publicitario, otras simplemente yacen rayadas manifestando una realidad… la necesidad de expresar, de comunicar, una pausa… una experiencia y la ciudad como testigo y soporte de este lenguaje… De este movimiento… la verdad… la única verdad a decir de estas cajas es que están ahí!!! Y no!!! No pasan desapercibidas… un día una, una me susurro algo al oído… “un día en tu recorrido cuenta cuántas somos… nos tomamos tu ciudad… estamos en todos lados”… la verdad es que no sé que sucedió, pero lo que recordaba se cumplió como una profecía en mi camino… empezaron a aparecer, cada vez con más frecuencia… eran esas cajas grises… están escondidas...

Encontrar/Limpiar/Pintar. Esas son las operaciones básicas de este proyecto, sin más cuestionamientos, tal vez es el camino más rápido para responder la pregunta del book ¿Cómo sería todo con colores? De esta manera se elabora un proyecto de auto encargo en el cual el alcance de la idea inicial, se transforma a partir de los sucesos y observaciones que ocurren durante se desarrollo. Lo importante aquí es ¿qué pasa cuando se comienza a pintar? y ¿qué pasa con lo que queda pintado?


Las razones que hacen atractiva a esta obra para ser analizada son: la existencia del auto encargo que determina la escala y la manera de implementarse; la utilización de un elemento cotidiano que se ve transformado rápidamente y a partir de él hay una modificación en el entorno; y el devenir de su registro en cuanto a la trascendencia que se espera del mensaje.


1- ¿Cuál es la principal idea que su obra intenta transmitir?

AG: En un principio este trabajo surge porque no había pega ni proyectos por hacer. Sin embargo, existía la necesidad de participar en la transformación de la ciudad. En ese ir y venir buscando que hacer existía una de estas cajas de telefonía entre el taller y la micro, la cual pasaba totalmente desapercibida entre el gris de la ciudad y los demás elementos de mobiliario urbano.

Hasta que un día les preste atención y con el tiempo me comenzó a molestar su presencia, porque no eran ningún aporte, a lo más alguien las usaba para rayarlas y pegar carteles. Esos eran usos en los cuales un tercero les sacaba provecho, pero no eran un aporte a la ciudad. Entonces, surgió la idea de transformar estas cajas en un aporte, pensando que una transformación en la ciudad también se puede hacer desde sus elementos más insignificantes. De esa manera, el simple hecho de pintarlas los sacaría de ese letargo y podrían eventualmente afectar su entorno de un modo positivo, haciendo destacar algo en ese fondo gris.

2- ¿En qué consistió el diseño de esta obra?

AG: Antes de pintar una caja, lo primero que se pensó fue el circuito completo. Ya que la primera caja estaba en el sector de seminario, pensamos en crear un circuito artístico cultual con las cajas de modo que uno las pudiera seguir a pie, siendo estos los hitos del circuito. Una vez definido eso se pintó la primera caja, fue hecho con pincel y sin un diseño anteriormente definido. Lo importante ocurrió después, al ver la caja esta había producido un efecto en el entorno y se podía decir que esta tenía un área de influencia. A partir de ese descubrimiento, pasamos al paso siguiente que fue pintar la cortina de una tienda que había atrás, por lo que ahora en la noche ya toda la esquina cambió y por pocos pesos. Ahí nos dimos cuenta que para cambiar la ciudad no hace falta un gran proyecto sino que hacer algo atractivo y utilizarlo.

Lo que se diseñó fue un plan de acción, porque la idea es que cualquiera pinte las cajas como se le ocurra. Los pasos a seguir son: encontrar una caja, limpiarla y pintarla.

3- ¿El hecho de su obra aparezca repentinamente (aparición instantánea) inserta en espacio público ayuda a reforzar su idea que le dio origen?

AG: Eso de que aparezca instantáneamente si y no. Lo importante es la transformación del entorno a partir del objeto. O sea, es una sorpresa cuando aparece listo de una vez y el contaste se hace evidente. Sin embargo, si el cambio comienza a partir de un punto pintado hoy y alguien lo ve, puede ser que vea otro punto mañana y así el objeto se va activando paulatinamente. Entre la sorpresa y el proceso, no podría elegir, ambos son efectivos. El asunto está en que más que el mensaje a transmitir hay un efecto que se produce. De hecho se podría que ambos efectos son equivalentes, si algo tiene la pintura sobre un objeto es que te produce focos, lugares a los cuales ponerles atención. Por ejemplo, si en esta pieza punto un punto rojo en la esquina toda la atención se va hacia allá, por lo que este espacio ya no es el mismo.

Las que he hecho hasta ahora las hago de noche y las trato de terminar para que no aparezca alguna vecina a reclamar ni los carabineros a molestar. Una curiosidad es que los carabineros al verme con pincel me preguntan que hago y les digo que trabajo para telefónica, si anduviera con spray me llevan por vandalismo.

4- ¿Cuáles son las expectativas que tiene ud. Con respecto a la permanencia de su obra en el tiempo?

AG: eso no lo sé yo, es la calle la que dirá que es lo que pasa. Unos amigos míos sin que yo supiera pintaron cajas y me mandaron las fotos, encuentro que es bueno que alguien te siga, a pesar de no buscarlo. Ahora, yo prefiero que las cosas queden, si uno se esfuerza por hacer algo creo que es injusto, que estas utilizando mal los recursos. Si hoy para hacer cualquier cosa debes negociar los recursos, es absurdo pensar que los desperdiciaste. Personalmente me gustaría que este hecho de que alguien pinte la caja que está en tu barrio, por ejemplo, él la cuide evite que la manchen y se preocupe de la caja. Ahora lo peor son los tags con spray que no aportan nada y que aparecen cuando uno deja un vacío. Por lo que hoy es importante preocuparse de los fondos del dibujo, que se vea algo muy prolijo que nadie quiera ensuciar.

5- ¿Qué relevancia le da usted al registro de la obra?

AG: Al comienzo el registro solo nos permitía capturar la experiencia de pintar y luego de eso pensamos en que ese registro debía dar paso a un producto o un objeto que sirviera para mostrar la obra y extender su transformación, ya no materialmente sino que de persona a persona. Del mismo modo en que la caja tiene un espacio de influencia, y que si se pinta la esquina adyacente aumenta ese espacio, se elaboraron dos productos: uno es un book que registra la experiencia en formato cuadrado similar a un cd y el otro producto son las postales, de los que se espera también amplíen la influencia.

Una vez hecho esto, se pensó que pasaría si el proyecto se agrandara al mayor tamaño posible, considerando todas las cajas de telefonía existente en Santiago y ofrecer este proyecto a Telefónica. Y en base a la experiencia de ofrecer proyecto hemos llegado a la certeza de que hay que llegar con algo y el proyecto listo (imagen, plan de acción y costos), de lo contrario nadie te va a pescar.

Ahora para nosotros lo más importante son las postales, ya que es algo que tu puedes regalar, algo que te puedes llevar y hacer a otra persona más, que es el receptor de la postal. Y esto es lo importante que dentro del gris aparece el color, el color se toma un lugar, hay gente que posa y modela (la ciudad se vista al igual que la gente se viste) y así se crea algo nuevo derivado de la pintura.






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